Como Conservar el Ramo de Novias




La decisión de conservar el ramo de novia debe ser tomada con mucha antelación a la fecha de la ceremonia debido a que el tratamiento debe comenzar entre uno y cuatro días después de la boda.

Las formas de preservar el ramo de novia son las siguientes:


1.- Secar las flores dentro de un libro:
  • Separar del ramo las flores en buen estado.
  • Colocarlas dentro de un libro, arriba se coloca un objeto pesado.
  • Luego de 15 días (según el tipo de flor) se pueden retirar, colocarlas en una bandeja y se dejan bajo el sol durante una hora.
  • Después se pueden colocar dentro de un álbum de fotos o pegarlas sobre una cartulina o base y colocarlas en un bonito marco.
El problema con este método es que no todas las flores son ideales para este procedimiento, de hecho, aquellas que nos permiten obtener los mejores resultados son las rosas, hortensias y peoníaso en general las que contienen poca agua (no está bien para los tulipanes y las orquídeas).

2.- Otra técnica consiste en colgar el ramo boca abajo en un lugar oscuro, seco y ventilado. Se debe tener en cuenta que las ramas no se pueden secar (para hojas y ramas, se recomienda el secado con glicerina). La desventaja de este proceso es que no siempre queda excelente, que se deben sacar las hojas verdes y si son flores claras, pueden oscurecerse. Los pasos son:
  • Eliminar las flores y hojas de peor aspecto.
  • Dividir el ramo en pequeños buques y colocarlos de manera que las flores estén a distintas alturas, unas más altas que otras. Atarlos.
  • Envolverlos con papel y colocarlos boca abajo en un lugar oscuro, seco y ventilado.
  • Tres semanas después estarán listos y podrás recolocar el ramo.
  • Rociarlos bien con laca (en aerosol) a una distancia de unos 20 centímetros.
  • Dejarlos unos días más para que la laca se seque bien. Se puede realizar la misma operación, pero con barniz (también en aerosol).
3.- Existe un proceso conocido como liofilización. Es una técnica que extrae el líquido de la flor (per congelamento). Todo esto ocurre en una máquina especial, el ramo conserva su textura, color y aroma original. Es un proceso similar al embalsamado, pero con plantas.

4.- Hay quien emplea glicerina para el secado, pero no es recomendable utilizar este método con las flores porque se oscurecen. En cambio, es ideal para secar las hojas y ramas. Los pasos son:
  • Colocar en un recipiente la mitad de glicerina y la otra mitad de agua.
  • Se introducen las hojas dentro de ella y se dejan reposar varios días.
  • Se sacan y se enjuagan con un poco de agua, se deben secar enseguida .
5.-También hay quien seca el ramo con gel de sílice. Este producto absorbe muy bien el agua y, por tanto, ayuda mucho a secar el ramo. Eso sí, hay que tener mucho cuidado con el tiempo de secado: si es demasiado se quemarán; y si el tiempo de exposición es insuficiente, terminarán estropeándose. Los pasos son:
  • Es recomendable reducir el gel de sílice a prácticamente polvo. Se puede hacer con un rodillo. De esa manera, llegará bien a todos los recovecos de las flores.
  • Se crea una base de unos 8 centímetros de ancho en un envase, a ser posible de cristal o metálico, que tenga tapa.
  • Colocar el ramo sobre esa base y cubrirlo completamente con gel de sílice.
  • Cerrar el recipiente y dejarlo en un lugar seco y a temperatura ambiente.
  • Dos días después, comprobar si las flores ya están secas (tendrán un tacto similar al papel y el sílice habrá pasado de su azul intenso a un rosa claro). Si no están secas, se vuelven a tapar y se comprueba cada día cómo van. Pueden estar así un máximo de 7 días. Lo normal son 3 ó 4 días, pero depende del grosor de la flor (por ejemplo, si el ramo está compuesto de capullos de rosa tardará una semana en secarse).
  • Cuando las flores estén secas, se sacan de la caja, se sacuden con cuidado, y se quita el sílice con un pincel.
6.- Otro método es el proceso de estabilización, es un exclusivo método de conservación, totalmente tecnológico , que consiste en sustituir la linfa (solución de agua y minerales que circula en los vasos de las plantas leñosas) con un producto de conservación.  Este proceso permite mantener las características de la suavidad de los pétalos de las flores frescas y las hojas como cuando fueron recogidos.

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