Dejé Venezuela en el año 2003, ya para aquel entonces lo más importante en una fiesta de matrimonio era bailar y divertirse. Todavia a nadie se le había ocurrido la idea de inventar lo que ahora va tanto de moda en mi país, asì como en Perú, Colombia, Ecuador, en fin, casi todos los países latinoamericanos; la ya famosa “Hora Loca”. Como muchas costumbres que nacen por estas partes, ninguno sabe como realmente nació esta idea, el hecho es que desde el 2006 no hay matrimonio que se respete que no incluya la “Hora Loca” como momento de plena alegría, convirtiendo la fiesta en un verdadero espectáculo de carnaval, luz y color.
Pero que es verdaderamente la “Hora Loca”?. Inicia entre la una o dos de la mañana, cuando después de la cena (en Venezuela los matrimonios se realizan alrededor de las siete u ocho de la noche); los familiares, amigos o grupos contratados con el objetivo de animar este momento, irrumpen en el salón con grandes bolsas llenas con todo tipo de artículos festivos, entre los cuales no pueden faltar los papelillos (cotillones), pitos, sobreros graciosos, lentes divertidos, pelucas, mascaras simples o refinadas, serpentinas, collares, globos, burbujas y todo lo que sirva para crear alboroto, hacer reír y propiciar alegría. Los novios, por supuesto, siendo los protagonistas de la noche, usarán sombreros o mascaras especialmente diseñados para ellos de manera que sean únicos.
Poco a poco la hora loca se ha convertido en un momento tan importante y popular en todo matrimonio (incluso graduaciones, fiestas de debutantes,etc), que ha generado un verdadero negocio en el sector, propiciando la venta de productos carnavalescos en cualquier época del año, nacimiento de grupos de zanqueros, malabaristas, muñecos y actividades comerciales especializadas en animar este momento.
(Texto de Katty Resplandor)
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