El anillo de bodas, utilizado normalmente en las bodas cristianas desde el siglo IX, en realidad se remonta a los antiguos egipcios. Los antiguos egipcios tenían una especie de moneda con un agujero en el centro que se usaba como anillo. Durante la ceremonia de la boda el novio ponia la moneda como anillo en el dedo de la novia para indicar que iba a compartir su riqueza con ella. Se colocaba el anillo en el anular de la novia porque se creía que una vena pasaba por este dedo directamente al corazón. El anillo hecho de oro, el más duradero de los metales, otorgaba a quien lo usaba la seguridad de una unión perfecta y duradera. Es por esto, de hecho, que nació la superstición de que al romperse un anillo de matrimonio se deben esperar desastres.
Otra teoría dice que el anillo se lleva en el dedo anular izquierdo, por que en la antigua liturgia catolica, los sacerdotes que celebraban la bendición del matrimonio tocaban los tres primeros dedos de la mano izquierda de los cónyuges, invocando el nombre del Padre, del Hijo y Espíritu Santo, para luego poner los anillos de bodas en el dedo anular de la mano izquierda del novio y de la novia.
En las culturas panhelénicas (pueblos grecos antiguos) y celtas (pueblos indioeuropeos que en el periodo de maximo esplendor vivian en una amplia area de Europa), se usaba el antiguo símbolo del ouroboros, la serpiente que devora su propia cola, fue un tema muy usado en los anillos de boda hechos de hierro en la antigua Roma. El ouroboros es símbolo de que la creación y la destrucción representa un único ciclo de renovación constante, y de que el principio de la vida se alimenta sin cesar en sí mismo. También representa la esperanza de una larga unión matrimonial que se renueva constantemente.
Los anillos de boda celtas tambien solían estar primorosamente decorados con nudos y diseños geométricos que tienen una larga historia y un significado fundamental en el arte de estos pueblos. Estos diseños eran principalmente vegetales, sugiriendo zarcillos y sarmientos. La bella simetría de estos patrones entretejidos no era cuadrada, rígida ni formal, sino orgánica, fluida, un reflejo estilizado de las curvas y espirales que se encuentran en la naturaleza. Los nudos celtas que adornan los anillos sugieren las ideas de primavera, fertilidad, y el despertar eterno de la fuerza vital, conceptos todos que tienen estrecha relación con una fructífera vida en pareja.
En el siglo XVII y XVIII, los anillos con incrustaciones de piedras se hicieron muy popular, para distinguirlos de los otros la alianza de matrimonio tenía un diseño simple que resaltaba inmediatamente.
Muchos novios renuncian a llevar el simbólico anillo de matrimonio, rompiendo con la tradición. Bien, si tu futuro esposo decide de no usar el anillo de bodas por gusto personal, costo, costumbres locales, por el tipo de trabajo o por alguna otra razón, no hacer un drama, de acuerdo con una antigua tradición Inglés, que se remonta a antes del siglo XX, el anillo de matrimonio lo llevaban sólo las mujeres.
La tendencia moderna es llevar una fede elegante de líneas sencillas, de platino, oro blanco, amarillo, oro rosa con diamantes en el interior o exterior (por lo general son de menor magnitud). Se recomienda que el anillo de compromiso y la fede sean del mismo material asi se veran bien juntos. Dentro de la fede la pareja puede afectar una frase, la fecha del matrimonio o el nombre de cada uno. Muchas casas constructoras dan a la pareja la oportunidad de diseñar sus fedes y convertirlas en piezas únicas. La tradición dice que la fede de la pareja sean del mismo modelo, pero cada uno puede elegir uno diferente.
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